No podía creer que hubieran llegado a un acuerdo PP y PSOE
para renovar los asientos del CGPJ después de más de cinco años. En principio me chocaba porque pensé que
sería como en el TC, donde el PSOE puso exactamente lo que quiso, para tener
siempre una mayoría clara, indiscutible. Pero, no, diez vocales propuestos por
cada partido y ¡sin estar Ricardo de Prada y Victoria Rosell!
Entiendo que es una gran victoria para el señor Feijoo. Ha
conseguido evitar la mayoría aplastante, v.g. rodillo, en la institución, con
lo que evita decenas de nombramientos sectarios en puestos importantes de la
judicatura, y les quita el premio a colaboradores judiciales del gobierno.
También ha conseguido evitar a los nacionalistas y la extrema izquierda.
Ante las protestas conjuntas de Podemos, ERC, el desprecio
de los nacionalistas y la indignación de Vox, no podemos por menos que estar
seguros de nuestra apreciación de este acuerdo como muy positivo. Es la prueba
del algodón.
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