jueves, 20 de mayo de 2010

OCURRENCIAS

12 de mayo: anuncio de medidas de ajuste, baja en el sueldo de funcionarios, congelación de pensiones, reducción de inversión pública, presión a Comunidades Autónomas para reducir sus déficits. Se contenta a los mercados.

20 de mayo: el Gobierno anuncia que creará un impuesto sobre patrimonios de más de 1 millón de euros. Se contenta a los sindicatos.

Esta medida estaba prevista cuando se anunció el plan de ajuste. ¿O no?

domingo, 9 de mayo de 2010

PAJÍN

No deja de asombrarme.

Su capacidad para alcanzar un cargo de tanta importancia como el que tiene dentro de su partido, especialmente a su edad, denota unas condiciones políticas fuera de lo común. Ser secretaria de organización del PSOE no es poca cosa, se necesita demostrar mucho carácter y competencia para ser designado para un puesto tan difícil.

Debe ser una persona asombrosa en el trato a corta distancia, con gran capacidad de trabajo y fuerte personalidad, si no, no estaría donde está. Lo que es frustrante es que no podamos apreciarlo los que no la conocemos y tratamos personalmente y nos tenemos que conformar con sus comparecencias públicas o su blog, que no cabe duda, compone por sí misma en los ratos que le quedan libres para mantener un contacto más directo con sus electores.

Y es que en los medios no se perciben sus cualidades. Nos las imaginamos por los efectos que han producido.

Sus comparecencias ante la prensa no son las mejores que recordamos. Las intervenciones de quienes están en su cargo suelen ser previsibles, el ataque al otro partido y el autobombo sin restricción. Sosas, como las de Cipriá Ciscar, o envenenadas, como las de Pepe Blanco y Paco Cascos. Las de Pajín son una mala mezcla de las dos: pretende ser muy ofensiva con la oposición, pero sólo consigue serlo con la inteligencia de quienes le escuchan, con ataques pueriles, explicados para menores de edad, políticamente hablando.

Al leer su blog, vemos que no es un producto de encargo sino que lo edifica ella misma (no se puede pagar a nadie por algo así). De ahí se puede deducir que también escribe ella misma los guiones para sus intervenciones públicas, porque la categoría de los textos es similar: abundancia del lugar común entre la progresía de manual, frases inconexas, un batiburrillo de ideas poco claras, pero ideológicamente correctas.

Leo sus dos últimas entradas y no me decepciona: tan inenarrables como de costumbre.

En la última, “Especular”, nos ilustra sobre lo que significa esa palabra y hace una feroz crítica de los mercados financieros, que no tienen nada que ver con “la productividad”, “lo sostenible” (sic) o “la ética”. Hay gente que compra valores para obtener beneficios vendiéndolos cuando suba su precio, nos informa. ¡Qué malos! ¡Nunca lo hubiéramos pensado! ¡Qué poco sostenibles, ellos!

Pero se puede luchar contra la maldad con confianza (si cree que sus valores van a valer menos dentro de un tiempo, manténgalos, no los venda, confíe). Y, sobre todo, la “especulación” contra España sería derrotada con algo tan simple como una declaración del Sr. Rajoy diciendo que la economía española es fuerte. ¡Qué oculto poder el de nuestro carismático líder de la oposición! Una palabra suya bastará para sanarnos. Los mercados están expectantes…

La anterior entrada es “En el Senado como en la vida real”, donde la designada, que no elegida, senadora Pajín defiende que en esa cámara puedan ser usados todos los idiomas oficiales de España.

Como ejemplo de lo normal que es eso, explica que ella habla con su abuela en euskera y con sus amigos en valenciano (lo hace todo el mundo, aunque yo, por ejemplo, no, soy raro). Es claro argumento para que los senadores vascos depongan sus senatoriales discursos en su lengua propia y que, obviamente, nadie los entienda, salvo algunos de ellos y la senadora Pajín, y el resto tengan que escucharlos por unos cascos, traducidos por intérpretes, como en la ONU. Y no digamos nada de lo vivo del debate si la respuesta es de un senador gallego, otra vez al intérprete.

La propuesta es sensacional, teniendo en cuenta que hay una de esas lenguas oficiales que conocen todos los senadores, mejor o (como en el caso de la senadora Pajín) peor, el español o castellano, con la que nuestros representantes pueden comunicarse fácilmente sin intérpretes. O a lo mejor es que la propuesta no tiene nada que ver con la comunicación y la normalidad y sí con el derecho a hablar distinto, aunque no me entienda nadie.

Como no puedo figurarme que Pajín esté donde está con las capacidades que, impúdica, exhibe en sus comparecencias y su blog, deduzco que tiene enormes cualidades que nos quedan ocultas por estos medios. Le ruego que, por favor, mejore su comunicación con la sociedad y pida ayuda de profesionales para estas tareas para las que no está especialmente dotada, liberando horas para desarrollar las labores en las que es más eficaz. Se lo suplico, por favor